“Saber quienes hemos sido para saber quienes podemos ser”
Reconocer que nuestras actuales condiciones obedecen a deudas
o méritos de existencias pasadas, es parte del proceso del autoconocimiento.
Nunca hemos sido mejores de lo que ahora somos y también,
somos el resultado, de nuestras experiencias pasadas. La reencarnación, es
entonces la explicación del porqué de la oportunidad o situación que nos toca
vivir. Pero obviamente algún mérito habremos conseguido como para estar ahora
conscientes de la responsabilidad de saber y de actuar, preparándonos cada día
más para cuando seamos requeridos a plenitud.
La reencarnación o encarnación sucesiva de los seres, es una
ley natural y cósmica. Sin ella, las actuales desigualdades humanas: físicas,
intelectuales y morales, no tendrían una explicación lógica. Así hasta los
fenómenos dolorosos serían reajustes del orden violado, como rescate de deudas
contraidas con la Ley Universal del Amor en el pasado.
Ejercicio Para Recordar Nuestras Vidas Pasadas.
Para despertar el conocimiento lúcido y consciente de las
vidas anteriores, es aconsejable realizar el siguienteejercicio:
Sentados en posición cómoda frente a un espejo, relajar el
cuerpo y la mente, luego con los ojos abiertos, concentrar toda nuestra
atención a la altura del entrecejo en la imagen reflejada. No deberemos perder
en ningún momento la concentración y observación. Será entonces, cuando ciertas
imágenes y rasgos particulares comenzarán a adquirir forma y a manifestarse en
nuestro rostro, el cual aparecerá distorsionado y cambiante, hasta que las
imágenes se vayan definiendo.
Seguidamente nos acostaremos en el suelo, con los brazos a
los lados del cuerpo, talones juntos, y cerrando los ojos realizamos una
relajación aún más profunda, y cuando ésta ya haya sido alcanzada, nos
concentramos en hacer una práctica de retroceso reencarnativo, requiriendo para
empezar la visualización de un túnel mental en nuestro entrecejo, para luego
ingresar en él como si navegáramos, pero girando en una espiral en el sentido
inverso a las manecillas del reloj. Sobre todo hay que empezar por utilizar
nuestra memoria sobre los hechos más cercanos a los actuales, volviendo sobre
las imágenes del día de hoy, del día de ayer; los recuerdos de hace una semana,
de hace dos semanas, un mes, hace seis meses, hace un año, hace dos años, hace
cinco años, hace diez años, hace veinte años, hasta llegar a cuando éramos
adolescentes, cuando éramos niños, cuando recién habíamos nacido, al momento
mismo del nacimiento, un mes antes de nacer, seis meses antes de nacer. Hasta
llegar a aquel momento en que ya no hay recuerdos de la presente encarnación,
ni siquiera en el subconsciente.
Y seguimos proyectándonos a través del túnel mental, de tal
manera que llegamos a aquel momento en que negociamos con unas entidades
espirituales lo que sería nuestra presente encarnación. ¿Qué sentimos, qué
recordamos?
Seguimos hacia atrás, veinte años antes de nacer en la
presente encarnación. ¿Dónde estábamos, qué sentíamos? Cincuenta años antes de
nacer, cien años, doscientos años. Las imágenes se van sucediendo, los
recuerdos también. ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? ¿Cuándo y dónde conocimos
antes, en otras existencias a nuestros actuales familiares? Seguimos girando a
través del túnel mental, a través de la luz: quinientos años, mil años, dos mil
años, cinco mil años, diez mil años y más. Vamos a ir llegando al momento mismo
en que se condensó nuestra esencia del estanque cósmico. Vamos llegando a ese
momento que hubo una explosión de luz y de sonido que acompañó nuestra creación
como seres individualizados. Estamos atentos al sonido, porque es en parte
nuestro “Nombre Cósmico”, nuestra clave vibratoria personal, que será
complementada más adelante a lo largo del crecimiento en nuestras diferentes
existencias.
Nos quedamos en silencio concentrados en las imágenes y
sensaciones por unos minutos.
Poco a poco vamos a ir volviendo. Vamos a ir retornando a
través del túnel mental, desde hace diez mil años o más. Volveremos a través de
los recuerdos positivos y constructivos. Cinco mil años, dos mil años. ¿Dónde
estamos? ¿Quiénes somos? ¿Con quién nos relacionamos? Observamos detalles que
nos puedan servir de puntos de referencia, lugares, costumbres, paisajes, etc.
Seguimos volviendo: mil años, quinientos años, doscientos
años, cien años. Estamos cada vez más y más relajados, libres de toda tensión,
y sólo nos acompañarán los recuerdos constructivos y edificantes, y todo
aquello que podamos sobrellevar, y que nos permita conocernos, recordarnos y
ubicarnos en el momento actual.
Vamos volviendo. Cincuenta años antes de nacer a ésta
encarnación, veinte años, diez años. Llegaremos al momento de nuestra última
muerte. De pronto sentimos que no somos nada, que hemos dejado de ser.
Vamos girando a través del túnel mental, siguiendo el sentido
horario, volviendo a través de la oscuridad ubicando un punto de luz a la
distancia.
De nuevo nos encontramos dentro del vientre materno, estamos
a los seis meses antes de nacer. ¿Qué sentimos? ¿Qué recordamos? Tres meses
antes de nacer. Nos vamos acercando al momento de nuestro nacimiento.
Hemos nacido a esta última encarnación. Y vamos a ir
volviendo a través de los recuerdos de nuestra infancia, de nuestra niñez, de
nuestra adolescencia y juventud, hasta el momento presente. Estamos retornando
por el túnel mental poco a poco al momento actual.
Al término de tres abriremos lentamente nuestros ojos, nos
encontraremos completamente relajados, libres de toda tensión, en perfecta paz
y armonía.
Con el número uno que visualizamos en nuestra mente vamos a
ir volviendo, vamos sintiendo nuestro cuerpo sano y armónico. Con el número
dos, vamos a ir tomando conciencia del momento actual y del lugar donde nos
encontramos. Con el número tres, tomamos unarespiración lenta y profunda, y al
exhalar, abrimos lentamente nuestros ojos, y nos encontramos en paz.
NOTA:
No deberá hacerlo solo el ejercicio, sino con alguien que nos
haga volver a la realidad.
Es importante estar muy conscientes de nuestra cúpula de
protección y reforzarla antes de empezar el ejercicio.
ARTÍCULO PUBLICADO POR :
“RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO
ES EL SEÑOR Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD”
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